Hace ya un año y tres meses que vivimos en la casa que nos construyeron. Teníamos claro que queríamos que un solo constructor lo hiciera todo. Pedimos varios presupuestos y calidad-precio eran los mejores.
En noviembre comenzaron con el movimiento de tierras y en mayo estábamos ya viviendo en la casa. Vivíamos muy cerca de la obra, por lo que todas las noches nos pasábamos para ver la evolución. Pues bien, todos los días había algo nuevo, la obra no paró ni un día, habiendo siempre, por lo menos, 3 trabajadores en la casa. Y lo mejor de todo, todo lo llevaban entre nuestro arquitecto y ellos, cuando veíamos algo que pensábamos que estaba mal, les llamábamos y ya lo habían hablado entre ellos. Siempre nos asesoraban y nos guiaban. Mi mujer y yo somos la única pareja que conozco que puedan decir que han DISFRUTADO haciéndose la casa.
Como es normal, siempre hay pequeños desperfectos. Recuerdo llamarles una mañana para decirle que una pared no estaba bien, que una luz tampoco y un azulejo. Eso fue a las 11. A las 12 me responden que a las 16 estarían en casa un albañil, un electricista y un pintor. Pues bien, a las 16.45 estaba todo solucionado.
Hoy, un año y 3 meses después estoy todavía más seguro que tomamos una de las mejores decisiones al contratarlos.
Ufe Pacheco
