Trabajar desde casa es una tendencia en aumento. Sin embargo, en algunas ocasiones no tenemos claro cómo adecuar el espacio de nuestro hogar para crear un ambienteprofesional, productivo y creativo sin que por ello deje de ser acogedor. Tener una oficina en casa no solo tiene que ver con adquirir las condiciones tecnológicas y las herramientas de trabajo necesarias para nuestra labor, también consiste en aprender a administrar el espacio del que dispongamos para hacer de nuestra jornada laboral un tiempo agradable e inspirador.
Todos enfrentamos momentos de presión en el trabajo, para ello nada mejor que escribir en una pared aquellas palabras o frases que te recuerden las razones por las que te esfuerzas cada día. Un poco de motivación no le viene mal a nadie, además tus clientes o socios seguramente se sentirán atraídos por tu originalidad y empezarán con mejor actitud cada reunión.
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Si en tu casa cuentas con amplio espacio y techos altos una gran estantería le brindará profesionalismo a tu oficina. Allí podrás armar una gran biblioteca o disponer de material de consulta, herramientas o exhibiciones de tu trabajo. De la misma manera, la combinación del blanco con tonos tierra permitirá mantener la iluminación necesaria para trabajar sin perder la calidez del hogar.
Contar con una buena iluminación es fundamental en la mayoría de las oficinas, así que nada mejor que unas grandes ventanas de piso a techo para darle vitalidad al espacio. Estas ventanas no solo te permitirán disfrutar de una vista atractiva durante tus pausas activas (lo cual sin duda te ayudará a ser más creativo) sino que además, te ayudará a disminuir los costos en la factura de energía debido a que contarás con luz solar más horas al día.
Algunos detalles sencillos podrán hacer más auténtica tu oficina y por lo tanto, más placenteras las horas que pases allí: una pared pintada con tu color favorito, un gran sofá que te resulte acogedor, una linda alfombra y algunos cojines, permitirán sin duda que florezca la creatividad y que tus reuniones de trabajo sean mucho más amenas.
En muchas ciudades puede ser realmente difícil encontrar viviendas con amplios espacios, sin embargo esto puede pasar de ser un límite a una oportunidad de manifestar tu creatividad. En una pequeña esquina de tu sala de estar puedes organizar una oficina con todo lo necesario para trabajar efectivamente: bastan algunas lámparas que brinden muy buena iluminación, un mueble con la estantería necesaria para guardar documentos importantes, un tablero para apuntar asuntos pendientes y una silla cómoda que soporte efectivamente tu espalda.
Si tu espacio es en extremo reducido, no te preocupes, siempre existe la posibilidad de adaptarlo para generar las condiciones adecuadas de trabajo. En una esquina de tu cama puedes ubicar una repisa que haga las veces de escritorio y que te permita además apoyar tu portátil y documentos importantes. ¡Nunca más tendrás que trabajar sentado en la cama!