Una farmacia a la última

María Bausán María Bausán
Farmacia de los Austrias, Stone Designs Stone Designs Espaços
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Si algo nos ha demostrado la historia del diseño es que podemos cambiarle totalmente la cara a un edificio sin que este pierda su esencia. Cambiar para seguir siendo exactamente lo que era, pero sin ser igual. Parece un trabalenguas, pero no lo es, y para demostrarlo vamos a hablar hoy de un interesante proyecto de los diseñadores de interiores de Stone Designs: la Farmacia de los Austrias. 

Este local está situado en el barrio más antiguo de Madrid. De callejuelas estrechas y tradicionales comercios, el barrio de los Austrias aun conserva ese aire castizo de un Madrid de caballeros, intrigas palaciegas y maleantes. Sin embargo, el barrio, como la ciudad y nuestra propia historia, también fluye en dirección al futuro. Este proyecto mezcla precisamente esas dos características inherentes a Madrid para crear un espacio que sin dejar de ser una farmacia, no lo parece en absoluto.

Bienvenidos a la Farmacia de los Austrias

Si una sensación invade al cliente que atraviesa las puertas de esta farmacia, esa es, sin duda alguna, la de armonía. Espaciosa, luminosa y con las paredes pintadas de azul claro, todo en esta farmacia invita a relajarse. Sea cual fuere el motivo que nos ha traído a este lugar, al entrar todo parece decirnos: no te preocupes, tenemos la solución. 

Elementos antiguos

La antigua farmacia se ha renovado totalmente, aunque respetando los elementos que aportan carácter y personalidad al espacio, como el extraordinario suelo de baldosa hidráulica o el techo abovedado. 

Mezcla de estilos

Con reminiscencias de lo antiguo, lo moderno se adapta a la perfección al espacio, haciéndolo suyo pero sin arrasar con lo anterior. De esta forma, la moderna estantería se encaja entre sendos muros de piedra, resquicio del pasado que complementa lo nuevo. Al mismo tiempo, por encima del mostrador cuatro bombillas desnudas ceden protagonismo a la encimera de mármol, sujetada por una estructura de metal pintada del mismo tono que la pared, en el que se encaja el resto del  mueble.

De colores

Nadie dijo nunca que una farmacia tuviera que ser un lugar aburrido, aunque muchas veces pensamos que crear un ambiente aséptico es imprescindible para dar sensación de profesionalidad. Nada que ver con lo que ocurre en la Farmacia de los Austrias. Aquí, para amueblar la farmacia se han utilizado unas originales estanterías: estas finísimas estructuras de metal pintadas en diferentes colores que le dan un aspecto colorido y lleno de vida.

De los tonos rojos, pasamos a la gama de los amarillos y de ahí saltamos a naranjas y ocres. Colores cálidos para unas estanterías cuyas baldas son de cristal, lo que da la sensación de que muchos de los productos están flotando. 

Y de la farmacia pasamos a las clínicas, si quieres ver algunos interesantes diseños de clínicas, no dejes de leer este libro de ideas.

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