Cómo elegir mamparas de ducha con estos consejos

Catherine Vignolo Catherine Vignolo
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Hoy en día, las mamparas de baño están robando el protagonismo a la tradicional cortina.  Las cortinas de baño, que son un recurso válido para ser instaladas en el baño, son muy poco efectivas si son colocadas para impedir la salida de agua de la ducha. El auge de la ducha en los baños actuales y la disminución del número de bañeras ha hecho que prolifere la instalación de mamparas de ducha, aumentando con ello las opciones que el mercado ofrece para estos elementos. Y es que una mampara bien elegida hace más confortable la ducha diaria ya que aíslan el espacio de ducha, evitando así las incómodas salpicaduras que pueden provocar, además, problemas de seguridad en el baño.

Cuando tenemos una ducha y necesitamos elegir una mampara como cerramiento para ella, lo primero es tener en cuenta que el conjunto de ambos se va a percibir como un único elemento que va a configurar un ’espacio de ducha’ en nuestro baño. Por ello, conviene atender al tipo de plato de ducha que tenemos (o que vamos a instalar), al material que cubre los paramentos de la ducha, al tipo de grifería de la ducha, etc. Al mismo tiempo, el espacio de ducha forma parte de un espacio mayor, el propio espacio del baño, por lo que también tenemos que pensar en la relación que se establece entre ambos. Una vez realizada esta primera reflexión, vamos a hacer un repaso de las distintas opciones que tenemos a nuestro alcance y a resaltar algunos aspectos que conviene tener en cuenta para elegir la mampara más adecuada en cada caso.

Considera las variables

Antes de elegir una mampara de ducha es bueno conocer las distintas variables sobre las que tendremos que elegir. 
Existen mamparas de distintos materiales, como cristal o acrílicas. Nos tendremos que cuestionar también la estanqueidad de la mampara, si queremos cerrar herméticamente la ducha o no, y dentro de las mamparas cerradas, conocer los distintos tipos de aperturas que tenemos a nuestra disposición: apertura angular, corredera, plegable o batiente. 

También hay diferencias en cuanto a la estructura de la mampara y al tipo de diseño, ya que las hay con perfilería de distintos materiales y de distintos tipos, o, incluso, sin perfilería. También encontramos multitud de opciones en lo que a acabados de mampara se refiere.

Define tus necesidades

Para acertar con la mampara que elijamos, hemos de valorar bien en primer lugar qué es lo que necesitamos. Para ello, es fundamental pensar en quienes utilizarán el espacio de ducha, tanto por una cuestión de edad como por el estilo de vida y costumbres.  

Establecer si la prioridad es la seguridad de la mampara de ducha, su facilidad  y rapidez de limpieza, la estética, la estanqueidad, la comodidad de acceso al interior, etc. nos ayudará a ir descartando opciones.

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¿Qué sucede con el resto del espacio?

Otro aspecto determinante es el de la configuración del propio cuarto de baño y de la zona de ducha donde necesitamos instalar la mampara. 

El factor más determinante es la forma de la ducha, a la que la mampara  va a tener que adaptarse. Pero este no es el único factor a tener en cuenta, también es importante medir el espacio de acceso que tenemos para introducirnos en la ducha y el punto desde el que se efectúa, pues de ello dependerá el tipo de apertura más adecuada para la mampara.

La versatilidad de las puertas correderas

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El tipo de apertura con puerta corredera es el más utlilizado en las mamparas de ducha, puesto que es muy fácil de adaptar a las distintas formas y tamaños de platos de ducha y, además, no necesitamos liberar espacio extra para su apertura. 

Es muy recomendable el uso de mamparas con puertas correderas en duchas pequeñas con espacio limitado de acceso, puesto que permiten la apertura angular, abriéndose por la esquina y facilitando el acceso a la ducha.

La evolución de las mamparas

Tradicionalmente, las mamparas con puertas correderas no resultaban estéticamente muy limpias, puesto que incorporaban muchos perfiles de aluminio para adaptar todo el mecanismo, lo que resultaba también un handicap a la hora de limpiar la mampara. Hoy en día, estas mamparas han evolucionado mucho en cuestiones de diseño y podemos encontrar mamparas con puertas fácilmente desmontables e incluso con ausencia de rodamientos y perfiles inferiores, y todo ello sin perder su estanqueidad.

Y también con puertas

Este tipo de apertura tiene como principal ventaja su estética, muy minimalista, pues apenas necesita perfiles lo que facilita también su limpieza. Además, al no necesitar una guía inferior, permite tener el acceso a la ducha sin obstáculos, facilitando la entrada y salida de la ducha (suelen instalar con bisagras que permiten abatir la hoja hacia ambos lados).

Como inconveniente fundamental, cabe destacar el espacio libre que necesita para poder abatir la puerta. Por ello, su uso suele estar limitado a baños de un mayor tamaño o cuando, por ejemplo, tenemos parte de la ducha realizada con tabique de obra, consiguiendo una imagen muy limpia y moderna.

Mampara fija

El sistema de apertura plegable es actualmente una opción muy minoritaria y su uso queda relegado, sobre todo, a huecos muy pequeños. No es una opción muy recomendada porque cuando tenemos poco espacio para la instalación de la mampara no conviene optar por una solución que necesita bastante perfilería para su funcionamiento, pues dificultará su mantenimiento y hará que el espacio se perciba aun más pequeño. 

Es mucho más interesante cuando tenemos grandes limitaciones de espacio  decantarse por una solución de mampara fija, de vidrio o de material acrílico.

Las que se adecuan a tus necesidades

Los cerramientos fijos para mamparas son también muy utilizados cuando la ducha tiene una configuración especial, por la presencia de algún elemento arquitectónico como puede ser un tabique de obra al que la mampara se tiene que adaptar.

Del suelo al techo

Las mamparas de ducha fabricadas en vidrio están siempre formadas por vidrios templados, que garantizan la seguridad y resistencia en caso de rotura. 

La opción de mamparas de ducha con un vidrio fijo hasta el techo, permite prescindir casi completamente de la perfilería. La estructura de anclaje puede quedar reducida a pequeños perfiles metálicos para la sujección en suelo y techo, garantizando de este modo la estanqueidad de la mampara. Estos diseños son muy recomendables cuando tenemos un baño con un diseño en lineas modernas y depuradas y queremos optar por una mampara minimalista.

Con bonitos acabados

Las mamparas de vidrio permiten distintos acabados superficiales. El acabado puede ser totalmente transparente o podemos optar por vidrios translúcidos. Dentro de los acabados translúcidos, existen distintos grados de opacidad (semisatinados, serigrafiados… ) o se pueden combinar áreas transparentes con áreas traslúcidas, aunque esta opción ha perdido vigencia en los últimos años.

También tenemos la posibilidad de optar por un acabado en espejo o que tenga algún grado de reflexión según incida la luz en él. Esta última opción es muy recomendable para baños de pequeño tamaño pues consigue un efecto muy teatral que consigue ampliar visualmente el espacio del cuarto de baño.

Acabado perfecto

Como vemos, el extendido uso de las mamparas ha generado un gran desarrollo del sector, implicando un fuerte avance en cuestiones de diseño, tanto desde el punto de vista técnico como estético. Se está progresando mucho en la mejora del comportamiento de los materiales ante la humedad y los productos químicos con los que tienen contacto diario. Así, cada vez es más habitual el uso de perfilerías con un mejor comportamiento anti-humedad, o vidrios con tratamientos anti-cal o autolimpiables.

En cuanto a la estética, los cerramientos pueden fabricarse en diferentes colores e incluso permiten la utilización de imágenes impresas,  serigrafíadas en la mampara o incorporadas mediante otras técnicas, como ocurre con los vinilos. Por tanto, las mamparas actuales son totalmente personalizables y admiten casi cualquier opción que seas capaz de imaginar.

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