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En verano, cuando el sol no da tregua, el calor aprieta incluso durante la noche y el aire acondicionado parece que se ha convertido en un elemento indispensable de nuestras casas, las terrazas son el lugar deseado por todos. Pero, ¿esta la nuestra preparada para ofrecernos pasar un buen rato? Si queremos sacarle el máximo provecho a estos espacios exteriores de nuestras casas necesitamos ponerlos a punto. Empezaremos con su materialidad. En los últimos años, la madera ha tomado el protagonismo, convirtiéndose en el material favorito a la hora de elegir los revestimientos, el pavimento o el mobiliario. Si lo elegimos, convertiremos nuestra terraza en un lugar acogedor. Sin embargo, hay que tener en cuenta de que es un material vivo, por lo que su uso en exteriores cambiará gradualmente su aspecto. Por otra parte, habrá que elegir maderas aptas para estos ambientes, como las exóticas, y tratadas superficialmente para ser resistentes al agua y la humedad. Pero, ¿qué más aspectos tenemos que tener en cuenta a la hora de diseñarlas?
En Blanes, la Costa Brava, encontramos esta maravillosa terraza. Su diseño trató de enfatizar el espíritu mediterráneo. El color blanco resalta la luz que recibe del sol, del que también era necesario protegerse de alguna manera. La solución la trajo un toldo de cañizo que permite que el aire la traspase mientras crea una agradable sombra. Gracias a sus dimensiones, fue posible amueblarla de una manera cómoda. Un banco de madera en uno de los extremos, junto a una larga mesa extensible y dos sillas de colores. Es sencilla, juvenil y funcional: ¡la terraza perfecta para un ático en la playa!
En esta unifamiliar, la terraza era extensa, pero era necesario crear un ambiente en el que los propietarios pudieran disfrutar del exterior durante todo el día. Se necesitaba un rincón con sombra, donde poder colocar cómodos muebles. Se decidió colocar una estructura de lamas de madera que encerrara un volumen adjunto a la casa. El hecho de que las lamas estén separadas entre ellas hace que la sombra proyectada sea interrumpida, dejando que el interior se ilumine sin sobrecalentarse. Además, también el aire puede circular creándose una agradable corriente para refrescar este espacio.
Una pérgola es la solución que muchos adoptan para crear un rincón de sombra en su terraza. En esta, se crearon dos ambientes diferentes: una zona más vegetal y una de estar sobre una tarima de madera. Fue este espacio el que se cubrió con un elemento textil blanco, color además muy útil para reflejar los rayos de sol. Aquí se diseñó un salón y un comedor perfectos para la temporada estival.
La alternativa a las terrazas son los balcones, lugares perfectos para dar tregua al agobio de los apartamentos. Estos están cubiertos por un techo, por lo que se encuentran bien protegidos del sol. Si por la orientación lo necesitaremos, podrías además instalar un toldo retráctil que pudiera recogerse y extenderse según nuestras necesidades. No hay que olvidarse de instalar un sistema de iluminación artificial, para que puedan ser utilizados también durante la noche. Aunque la decisión más complicada será elegir la barandilla perfecto. Según nuestros gustos, elegiremos una u otra. Las hay de hierro, de obra o incluso de vidrio como la de esta imagen. Con esta última opción conseguiremos dar continuidad y agrandar nuestro balcón.
Si nuestra terraza está expuesta a miradas vecinas y buscamos un lugar que disfrute de privacidad, tendremos que diseñar un elemento que nos proteja. La opción tomada en esta terraza de madera fue colocar un parapeto de cañizo, perfecto además para impedir miradas indiscretas sin obstaculizar la entrada de aire o luz. Se completó el diseño con un sistema de toldos que pueden recogerse cuando se quiera.
