Con notas tropicales y rústicas, esta casa es un encanto. Célia Orlandi. Una vivienda con múltiples espacios destinados al descanso y con una zona al aire libre que es un lujo. El proyecto es obra de la arquitecta brasiler Célia Orlandi .
La casa cuenta con dos pisos, varias estancias sociales y un jardín que es una maravilla. ¡A continuación te mostramos todos sus rincones!
La casa tiene dos pisos y un majestuoso techo a dos aguas que cubre toda la vivienda. Por fuera un jardín y un garaje completan la fachada. El diseño es tradicional, con notas modernas y hasta tropicales.
Hacia el interior de la vivienda una escalera escultural comunica con el primer piso de la casa.
Diseñada en madera y cristal, la escalera es uno de los elementos más llamativos del vestíbulo.
La cocina es muy bonita. Las notas tradicionales se ven el diseño elegido para los muebles, con formas redondeadas y marcadas. Un par de azulejos azules agrega color y frescura a la estancia. ¿Que te parece?
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Pasamos al comedor y el espíritu ecléctico domina la habitación. Estilos como clásico, tradicional y moderno conviven en un espacio bastante amplio, lleno de luz natural y encanto. La paleta de colores, que se inclina por los tonos suaves, hace aún más agradable esta estancia.
El living también es súper amplio. Notas clásicas reviven en un espacio moderno de estancias integradas y paredes acristaladas. Negros, marrones blancos son los colores dominantes que se suceden en las disertes y exclusivas piezas de mobiliario.
Pasamos a uno de los dormitorios. De estilo romántico y clásico sobresale por su armonía y serenidad. Algunas se notas tropicales se aprecian en el estampado del acolchado, las cuales imprimen frescura y color. Los muebles antiguos se integran en un espacio amplio y luminoso. Una alfombra en color gris, de pelo corto, corona la habitación.
Conocemos otro espacio privado: el baño. Sin duda se destaca por el rojo furioso que se adueña de las paredes. Pero no es todo. Las cerámicas en los pisos también sobresalen con sus formas y colores. ¿Y los muebles? Un gran acierto que retrae a otras épocas.
La parte posterior de la casa sorprende por su amplitud. Palmeras, plantas y una piscina -que es un sueño- hacen de este espacio al aire libre uno de los favoritos.
Toda la contrafachada se comunica con el jardín a través de un espacio de transición en el que se suceden varias galerías y un quincho.
El quincho es perfecto. Amplio, con toques vintages y rústicos cuenta con todo lo necesario para pasar un momento en compañía de amigos o familiares.
Finalmente, parrila, juego de comedor, cocina y varias sillas y sillones complementan este espacio destinado al relax y al disfrute.