A veces se torna difícil que un dormitorio matrimonial se vea neutro, ni demasiado romántico, cosa que está asociada a lo femenino ni demasiado simple que puede ser más característico de los hombres.
En cuestión de diseño, existen algunos colores o detalles de decoración que dan como resultado un ambiente que deja contento a ambos y en el cuál los dos se sienten identificados.
Este libro de ideas de hoy tiene algunos trucos que te ayudarán a otorgarle a tu recámara un estilo que hable por los dos y no se vaya a los extremos.
Para muestra, bastan siete ejemplos…
Los aires nórdicos son muy buenos para los dormitorios que quieren conservar un balance decorativo. Tienden a no ser exagerados en su decoración, sino más bien sutiles y muy suaves.
La ayuda la brindan las maderas claras y el blanco para conformar una armonía ejemplar.
Los colores tierra van como anillo al dedo cuando de neutralidad de trata. Un dormitorio que se mueve en esa paleta de marrones oscuros y claros, beiges y cremas tiende a mantenerse bien equilibrada y con mucha energía.
Los textiles pueden dar ese detalle decorativo de interés con sus guardas, líneas o estampados simples.
Dormitorio de Estudio Sespede Arquitectos
Otra paleta que es sumamente rica para un dormitorio neutro es la del blanco y negro. Aunque pueda parecer monótona para algunos, lo cierto es que acepta muchas variantes y no se termina solo en el contraste.
Como vemos en este diseño de los profesionales de SF Render, el recurso fotográfico de recuerdos y memorias de viaje le brinda a este dormitorio una armonía particular que es encantadora.
Es cierto que dentro del estilo rústico hay muchas variantes. Existe uno que tiende a recargar la decoración tomando las texturas de los textiles como punto de partida para darle ese toque pastoril y otro, que es más sobrio y que preserva la idea de la simplicidad.
La piedra y la madera sin más, son los actores de este dormitorio matrimonial que da muestras de un balance total.
Diseño de Casas de Campo
Con su consigna más es menos
, el minimalismo logró cautivar a aquellos que se enamoran de los espacios casi desnudos, y que algunos catalogan como un poco fríos.
Lo bueno de este estilo es que para un dormitorio matrimonial calza perfecto. Desprovisto de detalles y orgulloso de su simplicidad.
Un dormitorio que toma como premisa la sabiduría oriental del zen tiende a lograr una armonía entre sus componentes.
La idea es que tu recámara sea la morada de tu alma donde puede descansar y relajarse cuando lo necesita.
Todo está en su lugar, nada sobra.
Buscar en el pasado viene siendo una tendencia que en la decoración de interiores. Ya sea los objetos o las ideas del estilo retro o vintage surgen para ornamentar dormitorios jóvenes.
Es una vuelta de rosca que da como resultado espacios modernos y muy equilibrados.