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¿Está planeando una fiesta? ¿Quiere que no le falte de nada? Al planear una fiesta, siempre tenemos miedo de que nos quedemos cortos con algo o que haya algún detalle que se nos haya escapado. Que tengamos espacios para todos, que la casa esté presentable, que todos puedan sentarse si quieren… Tomémosnoslo como un desafío: son muchas las posibilidades que nos ofrece nuestro espacio, así que optemos por darle el ambiente con el que queramos acoger a nuestros invitados. Podremos crear diferentes ambientes según las preferencias (una barra libre donde estar de pie, un rincón chill-out, una zona donde tirarse a descansar). No podrán faltar ni la bebida, ni la comida, ni la buena música. Se tratará, entonces, de maximizar las posibilidades que nos ofrezca nuestra casa. Que tenemos jardín: aprovechémoslo. Piscina, usémosla. Un salón grande: pues ya lo tenemos.
Aquí encontrará entonces algunas ideas para conseguir celebrar una fiesta que nadie olvide.
Si tiene jardín y el tiempo se lo permite, no lo dude: el jardín es el mejor espacio para nuestros invitados. Con una buena iluminación y la música adecuada, brindará a sus invitados el ambiente idóneo en el que conversar, reír y permitirse algún que otro delirio. Si el jardín es lo suficientemente amplio, podremos colocar también una barra en el exterior en la que servir comida y bebida. La piscina podrá dar calidez al ambiente, además de un buen rato de diversión a los que se atrevan a darse un chapuzón nocturno.
Si carecemos de exteriores en casa, el salón se proclamará como el espacio adecuado para nuestras celebraciones. Deberemos ocuparnos de que todos los invitados tengan espacio suficiente para que interactúen sin problemas. En esta imagen vemos que el salón recrea tres ambientes concretos: una barra de bar, donde la gente se sirva una bebida y converse normalmente de pie; una mesa larga, donde podremos colocar todos los platos de comida; y una zona de confort acondicionada con sofás, donde se dejarán seducir los que ya hayan pasado seguramente por las dos áreas anteriores.
El vestíbulo es la carta de presentación de nuestra vivienda. Será allí donde la gente se desabrigue y donde tengan lugar los primeros saludos. Por eso, ¡aprovechemos la oportunidad para impresionarlos! El espejo no podrá faltar. En él se reflejarán todos los invitados para asegurarse de que tienen un aspecto a la altura de nuestra fiesta.
Si nos gusta transmitir un estilo relajado y estiloso, podremos crear un ambiente chill-out en nuestro espacio exterior. Acompañado de una buena música acorde a nuestro estilo elegido, esta hamaca nos regalará momentos que jamás olvidaremos. Como sugerencia, un buen cóctel y una buena compañía. ¿Alguien diría que no a tal suculenta oferta?
Uno de los mayores temores al organizar una celebración: que no tengamos asientos suficientes para todos. ¿Cuántas veces nos hemos sentido agobiados porque no tenemos una silla que ofrecer a alguno de nuestros invitados? Ya se acabó: con un sofá como éste nos aseguramos de que absolutamente todos nuestros visitantes puedan tener su propio asiento. Además, la flexibilidad de sus forma transmite una vibraciones dinámicas y divertidas a nuestros espacios, lo que supondrá la guinda del pastel.
Los espacios exteriores donde celebremos fiestas tendrán que estar pensados para que no falte de nada. Además, los detalles deberán integrarse sutilmente en el entorno, forjando así un ambiente acogedor en el que la fiesta se desenvuelva fácilmente.
Esta mesa de jardín hace de la transparencia su herramienta para camuflarse en el ambiente. Su pie le dará discreción, mientras que su tablero cumplirá su función impregnando el ambiente con calidez y estilo.
¿Quién concibe una buena fiesta sin una barra libre? Si su cocina tiene una barra de bar, sáquele el máximo partido. Podremos distribuir aperitivos a lo largo de ella y juntar un surtido de bebidas y vasos para que cada invitado pueda acercarse a servirse su propia copa. La zona de sillas nos permitirá además que, después de habernos servido la bebida, podamos mantener una conversación agradable con nuestros invitados. Una forma informal pero eficiente de triunfar con nuestra fiesta.
