Casa de concreto en Monterrey con muchas ideas para inspirarte

Casa IPE es un inmueble diseñado para habitantes amantes de los perros y la naturaleza por lo que, acorde a su razonamiento, se requieren de grandes espacios al exterior y al interior para un mejor desarrollo.

Así, el terreno de 321 m² presenta 12 metros de frente y 18 metros de profundidad que utilizaron para desarrollar un proyecto dividido entre una mitad que aborda la construcción y otra mitad que emplaza el jardín y se complementan entre significativos detalles para conversar e invitar a los habitantes a disfrutar de ambos.

Como se aprecia en la imagen, ya desde la fachada se visualiza una geometría llana y líneas puras que resuelven las complejidades obvias como el desnivel a más de un metro al frente el cual se aprovecha para construir un semi-sótano para la cochera que se cubre con malla industrial para hacerlo cuasi-invisible y aprovechar a la vez el techo resultante como una gran terraza cubierta que remata el jardín y complementa el área social al interior.

¿Te sorprendió la forma en que el proyecto resolvió el problema del desnivel? Checa este otro proyecto que lidia con una marcada pendiente.

En la planta baja se prescinde de paredes pesadas e innecesarias por lo que la zonificación se da gracias a la distribución del mobiliario. Como se aprecia en la imagen se tiene un amplio volumen a lo largo de concreto y vidrio que emplaza la cocina, el comedor y la estancia de manera horizontal.

Destaca el sello minimalista en el re-trabajado de la Caja de Mies y la predilección de materiales como el cemento pulido al piso, la profusión de blanco y la presencia de grandes ventanales corredizos que dirigen la mirada hacia el jardín.

¿Enamorado de los amplios espacios sin paredes? Checa este otro proyecto que deja a un lado las paredes.

En otra perspectiva se aprecia la cocina que brilla gracias a la sencillez del espacio. Se engalana todo el volumen con un sistema de iluminación artificial que complementa el baño de luz natural gracias a los grandes ventanales, en pequeños focos de halógeno que bañan por la noche, y dada su ubicación se evita prender todos al mismo tiempo solo utilizando las áreas necesarias y ahorrando energía al mismo tiempo.

Y bajo esta visión se aprecia por detrás la estrella de este lugar: una hermosa escalera de concreto pulido que dirige hacia la segunda planta. El decantarse por este estillo minimalista de toque industrial ayuda a resolver ciertas limitaciones de presupuesto y por supuesto brinda durabilidad y resistencia en los materiales por su estado natural.

Esta emplaza dos recámaras y una sala de estar intermedia. Se conserva el mismo diseño aunque a diferencia de la planta inferior, si se opta por paredes divisorias que, para tratar de interrumpir la vista lo menos posible, se abren silencios a manera de entradas siguiendo el mismo estilo en grandes dimensiones que se ocupan de puertas corredizas de madera que abren de par en par.

También se puede apreciar la presencia de grandes ventanales localizados que, al igual que en toda la casa gracias a su orientación disfruta de vistas privilegiadas del cerro de la silla, ícono de la Ciudad de Monterrey.

Como vemos se echa mano de aplanados blancos como fondo para contrastar con el paisaje y concreto aparente en la escalera antes mencionadad, ciertos muros localizados y el piso.

El inmueble se puede ver como una sucesión de espacios que se coronan con un solarium, que se aprecia en la imagen donde ls vistas de la ciudad y el imponente Cerro de la Silla arroban.

Acorde a los profesionales la casa se propone como un loft gigante pero más que ello nosotros creemos que es una sucesión de Cajas de Mies ante la clara falta de dobles alturas que caracterizan la arquitectura del loft. Por otro lado, algo no particular de un loft sino más de la influencia de Van der Rohe, es la introducción del exterior al interior como elemento de expansión y de decoración.

Y para cerrar este recorrido, el jardín que redondea todos los detalles de una forma soberbia. Como se puede apreciar en la imagen, el inmueble es una serie de terrazas, resultantes de los volúmenes superpuestos, escaleras y espacios de servicio que conforman una especie de zig-zag – que se aprecia mejor a la fachada.

Ahora bien, se puede ver esa división entre la parte construida y la parte que ocupa el jardín que se engalana con una escalera lineal de metal que recorre la fachada y comunica todos los niveles: jardín, terraza y solarium haciendo conversar ambos mundos, el humano y la naturaleza y consiguiendo, como lo vimos en Casa Narigua, el proponer la Arquitectura como una extensión que no violenta sino enaltece el entorno que la emplaza.

Esta escalera continua hacia una azotea que suma una enorme terraza a los espacios ya construidos.

De esta forma Casa IPE es una oda a la conjunción del todo como una unidad irrompible.