7 Malos hábitos que todos tenemos y debemos evitar

Valeria Olave Valeria Olave
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Muchas veces no nos damos cuenta de nuestros malos hábitos, o simplemente no los vemos como malos, ya que los traemos de familia y vienen de generación en generación. Otras veces, los adquirimos en el tiempo por pereza o porque creemos que nos simplifica la vida. Sin embargo, muchos de estos hábitos no son saludables y en vez de simplificarte la vida, a la larga te la complican. 

Ahora, imagínate que tu pareja sea una persona de muy buenos hábitos pero tu no, ¿no sería un gran tema de conflicto para ambos? Pero nunca es tarde para que te des cuenta de lo que esta mal, aprendas y corrijas. Es por esto que, el día de hoy, te traemos un artículo basado en 7 malos hábitos muy comunes en muchas personas. Si reconoces alguno de estos hábitos como propios, es el momento perfecto para mejorar y darte cuenta el buen cambio que aportará en tu vida. ¡Vayamos a ver cuáles son!

1. Ser un acumulador de cosas

Si bien este comportamiento es muy de antaño, aún hay personas que lo siguen haciendo. Este comportamiento implica guardar cosas que ya no utilizamos, objetos muchas veces inservibles que creemos alguna vez nos serán útiles, o simplemente sentimos un vínculo sentimental con el objeto. Inclusive, podemos comprar el mismo artículo nuevo pero guardamos el viejo, por si alguna vez lo necesitamos. Hay que tener cuidado con que este hábito se convierta en una enfermedad, el de un comprador compulsivo. 

Por estos motivos te recomendamos botar todo lo que este inservible, y si deseas también puedes regalar artículos que ya no uses pero que están en buen estado, verás que sentirás que te quitas un gran peso de encima. 

2. No cambiar las sábanas con frecuencia

Debes tener en cuenta la importancia de cambiar tus sábanas regularmente, ya que todas las noches nos acostamos por varias horas en este espacio sin darnos cuenta lo que respiramos y absorvemos. Las sábanas por lo general acumulan polvo, sudor, cabellos, ácaros, bacterias, etc., por lo que te recomendamos cambiarla mínimo cada dos semanas. 

3. No apostar por otros colores en las fundas

El dormitorio es tu espacio, ¡que no sea un lugar aburrido! A diferencia de los demás ambientes de la casa, en este espacio puedes arriesgar por combinar colores sin temor, ya que es tu lugar y nadie se inmiscuirá o entrometerá con lo que tu desees. Te recomendamos que aproveches los cojines o almohadas de tu cama para darle colores distintos a los de tus sábanas, y esto también lo puedes aplicar para los cojines de tu sofá. 

Puedes inspirarte con los diseños que nos presentan nuestros expertos de la sección textiles y tapicería.

4. Caer en la monotonía

Ten cuidado que caigas en la monotonía al momento de decorar tu casa. Por más que ames el color blanco o los colores neutrales, es importante que escojas algún elemento o pared o accesorio para darle vida al ambiente. Te recomendamos que siempre sigas la regla 60-30-10, estos números corresponden al porcentaje que se debe utilizar por cada uno de los colores. Por ejemplo esta sala, se utilizó un 60% el color gris, un 30% el color blanco, y un 10% el color amarillo. Para la elección en color, ten en consideración también la iluminación natural que ingresa a la habitación y el tamaño de ésta.

5. No botar los alimentos ya vencidos

Este hábito podría ser consciente o inconsciente, pero sea de una forma u otra debes tener cuidado ya que podrías afectar tu salud. ¿Te imaginas lo mal que te pondrías si consumes algún alimento que venció hace mucho tiempo?

Debido a lo delicado del tema, te recomendamos que, cuando vayas al supermercado te fijes la fecha de vencimiento de los productos antes de comprarlos y que no compres un cargamento de insumos que no podrás consumir antes que se venzan. Además, antes de abrir alguno de los productos, revisa nuevamente la fecha de vencimiento para ver si aún lo puedes comer, ya que muchas veces nos olvidamos que tenemos algo en la refrigeradora o no nos dio el tiempo para prepararlo,etc. Otro tips, es colocar lo más urgente de consumir en la zona más exterior de la nevera o la alacena, y lo más fresco o nuevo atrás. 

6. Guardar ropa o accesorios que ya no usas

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Guardar tu ropa o accesorios que ya no usas en tu clóset, te quita espacio para ropa nueva ¿lo habías pensado? Además de acumular polvo y quitarte espacio, no ganas nada más teniendo ropa sin usar en tu clóset. Por otro lado, siempre hay gente sin recursos que no puede darse el lujo de hacer algo así, y muchas veces ni tienen que ponerse. Te recomendamos, como un acto de buena fe, que puedas separar las prendas que ya no usas y están en buen estado para poder obsequiarlas a estas personas. ¡No esperes a que llegue la navidad para hacerlo! Vas a ver que te sentirás muy bien por este buen acto y por liberar espacio en tu clóset. 

7. Decorar en base al género

Este hábito se ve por lo general en decoraciones de dormitorios infantiles, sin embargo la tendencia ya cambió y cada vez es más común ver decoraciones y ropa unisex. Si tienes una niña o niño y quieres que de alguna manera se identifique en base al color, te recomendamos usar como colores principales tonos unisex o neutrales, y destacar ciertos accesorios o elementos con el color que deseas que destaque.

Nos encantaría recomendarte el siguiente artículo: 6 trucos de Feng Shui que puedes aplicar en tu hogar

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